A través de la energía solar, electrodos y agua salada, científicos de la Universidad de Stanford desarrollaron un método capaz de generar combustible de hidrógeno, una alternativa a los de carácter fósil.
Para ello, trabajan una nueva forma de separar hidrógeno (H) y gas oxígeno del agua de mar a través de la electricidad.
Esto fue posible después de que los investigadores realizaron varias pruebas.
Después de experimentar con el hidróxido, descubrieron que este es una forma muy atractiva para no emitir dióxido de carbono, ya que al quemar ese elemento se puede producir únicamente agua, por lo que se debería atenuar cualquier problema para el cambio climático. La propia Universidad de Stanford ha destacado que dividir el agua en hidrógeno y oxígeno con electricidad, es una idea muy antigua.
La electrólisis es una fuente de alimentación que se conecta con dos electrodos colocados en el líquido.
Los científicos han descubierto la manera en la que las cargas negativas y las capas repelen el cloruro y reducen la descomposición del metal subyacente.
Algunos estudios que se realizaron con anterioridad buscaban dividir el agua del mar para el combustible de hidrógeno, con lo cual se lograron bajas cantidades de corriente eléctrica porque el grado de corrosión se produce en corrientes altas.
